Grupo comando rescató de la cárcel de La Tablada a piloto narco

Armados con pistolas automáticas los pistoleros contratados por la mafia paraguaya, dispuestos a matar y morir

Pavor: grupo comando rescató de la cárcel de La Tablada a piloto narco

El operativo fue rápido, sencillo y exitoso. Dos hombres armados con pistolas 9 milímetros se acercaron a la cerca perimetral, luego de gritar "vamos, vamos", protegieron a balazos al actual capo del narcotráfico, que escondido en el asiento de atrás se esfumó ante la atónita mirada de los guardias penitenciarios.

Faltaban quince minutos para el mediodía, cuando un grupo de reclusos trabajaban en la elaboración de bloques de cemento.

La nublada tarde hacía un día ideal para las tareas al aire libre. Noe Soria Paz, de 36 años, procesado en 2003 por narcotráfico, era uno de los presos que, como cada mediodía, trabajaba en la barraca ubicada a los fondos de La Tablada.

Los 16 ojos de los guardias que controlan el penal desde lo alto de los atalayas no divisaban nada sospechoso que hiciera pensar en lo que estaba por suceder.

Algunos reclusos decidieron encaminarse al comedor a disfrutar del almuerzo que estaba a punto de servirse. Soria Paz decidió quedarse a culminar con el trabajo que había empezado a realizar temprano en la mañana. Una camioneta plateada con la puerta entreabierta, pasó frente a la entrada del establecimiento y siguió su marcha rumbo a Lezica.

Lentamente estacionó contra la cerca y uno de los hombres se asomó por la ventana y le gritó al único trabajador que quedaba en la barraca, "dale, dale, vamos". El narcotraficante trepó como pudo el alambrado y saltó a la libertad. Los guardias intentaron detener la fuga abriendo fuego contra el comando, que repelió la agresión con disparos de pistolas 9 milímetros. El narco se escondió en el asiento trasero, y a gran velocidad se perdieron de vista. Varios patrulleros comenzaron a rodear el penal, intentando ubicar al fugado y a sus cómplices. Pero no aparecieron.

El fugado es considerado por la Policía como el sucesor de Omar Clavijo, el capo narcotraficante asesinado en Paraguay en el año 2000.

Fuentes de inteligencia explicaron a LA REPUBLICA, que esta modalidad es excluyente de las mafias paraguayas de las ciudades de Pedro Juan Caballero y Capitán Bado, así como la brasileña, Ponta Porá, todas enclavadas en la selva del Mato Grosso. Es de allí desde donde parten las avionetas cargadas con marihuana, cocaína y otras drogas incluso de origen boliviano.

Dos horas después de la fuga, cuando el móvil 12 de la Seccional 21ª, conducido por los agentes Pérez y Barboza, doblaron por la calle Caazupá, procedentes de Camino Lezica, fue ubicada la camioneta utilizada para el operativo de rescate, un moderna Subaru Legacy color plateada, con placa de Canelones AAY 376, la cual había sido robada días pasados de una finca del barrio Malvín. Pero de los ocupantes ni rastros.

El director del establecimiento, inspector Centurión, dijo a LA REPUBLICA que el recluso recibía visitas asiduamente, pero que se comportaba como un preso más. "Nada hacía pensar que pudiera estar planeando una fuga de estas características, nos sorprendió, es un recluso peligroso alojado en un establecimiento de mediana seguridad, simplemente se nos fue. Más de 20 casquillos fueron encontrados en el lugar del tiroteo. Los pistoleros estaban dispuestos a matar con tal de proteger al narcotraficante", explicó.

En la camioneta se encontraron muchas huellas dactilares que serán estudiadas por la Policía Técnica, para tratar de identificar a los arriesgados "rescatadores".

Mientras tanto, el ministro José Díaz canceló el viaje que tenía previsto realizar en el día de hoy al departamento de Colonia, donde se reuniría con los familiares de Alvaro Ortiz, el joven que se ahorcó en la comisaría de Carmelo. El ministro del Interior adoptó la medida en virtud del anuncio de la huelga de hambre de los reclusos en el Penal de Libertad y del rescate del narcotraficante en la prisión de La Tablada. *