miércoles, mayo 20, 2009

Miles rodearon al poeta en su último viaje

CARIÑO. EL PIT-CNT Y LA FEUU LE HICIERON LA GUARDIA DE HONOR


Emoción. Mario, en su último viaje, rodeado de pueblo y custodiado por el PIT-CNT y la FEUU.
Emoción. Mario, en su último viaje, rodeado de pueblo y custodiado por el PIT-CNT y la FEUU.
Dolor. Los restos de Mario son bajados a pulso hacia la carroza; en primera fila, sus hermanos: Eduardo Galeano y Daniel Viglietti.
Dolor. Los restos de Mario son bajados a pulso hacia la carroza; en primera fila, sus hermanos: Eduardo Galeano y Daniel Viglietti.

Mario Benedetti volvió a emocionar a todos ayer cuando sus restos fueron trasladados al Cementerio Central por una multitud de miles de personas.

Allí Hugo Achugar, Daniel Viglietti y María Simon le rindieron un emotivo homenaje.

El poeta uruguayo fue despedido por miles de uruguayos que acompañaron el féretro desde la escalinatas del Palacio Legislativo, donde la central obrera PIT-CNT, unida a la Federación de Estudiantes (FEUU) realizó su cortejo y luego junto a toda la multitud conformando una gran cadena humana lo acompañaron hasta el Cementerio Central por la calle Yaguarón.

El pasaje de la carroza hizo que en cada esquina los aplausos fueran sumándose y también la gente. En varios liceos, públicos y privados y varias escuelas, los alumnos salieron al paso del cortejo para aplaudir y brindarle su cariño. Trabajadores, amas de casa, políticos, artistas, estudiantes, jóvenes, viejos y niños, todos quisieron dar su adiós al poeta nuestro por excelencia, Mario Benedetti.

En el Cementerio Central lo esperaba otra multitud para despedirlo y allí se le realizó un emotivo homenaje encabezado por el director de Cultura, del Ministerio de Educación y Cultura, Hugo Achugar, el cantor popular Daniel Viglietti y la ministra de Educación y Cultura, María Simon.

Achugar: "Nos hizo hijos a todos"

El primero en hablar en las puertas del Panteón Nacional fue Hugo Achugar quien comenzó diciendo que no debería haber sido él quien realizará esa "suerte de discurso fúnebre", sino "Silvia Lago, Hortencia Campanela y Ariel Silva, su amigo fiel, su mano derecha de los últimos años. Ellos serían más apropiados entre muchos otros escritores, amigos y estudiosos lectores de Mario Benedetti".

"¿Qué se puede decir ante la muerte? ¿Qué frente a la desaparición física de Mario Benedetti?", se preguntó Achugar frente a la multitud emocionada.

"Algunos han propuesto el silencio y dejar que sus palabras sigan sonando desde sus libros. Otros se han limitado a obedecerlo y en el momento del entierro no olvidaron dejar su bolígrafo, a veces, las imágenes pueden más que toda palabra; la del hombre envuelto en una bandera mexicana en el salón de los Pasos Perdidos ayer en la nochecita o los dos hermanos niño y niña amparados por la inmensidad de la bandera nacional del Parlamento, es un homenaje que habla de futuro", expresó.

"Su obra no necesita hoy de juicios de eso se encargará la historia. Hoy enterramos a un escritor, pero sobre todo enterramos a un hombre bueno. Al hombre de amplia sonrisa, al hombre que tuvo convicciones y peleó y sufrió por ellas, hoy enterramos al oficinista, al enamorado, al militante, al actor de cine, al compañero de Luz, al uruguayo que rompió fronteras, hoy enterramos parte de nuestra historia".

"Pero no creo equivocarme, si afirmo que hoy, enterramos junto al maestro de conductas y de vidas a un hombre que creía en la esperanza, en la esperanza de esas que sabemos que son importantes: amor, justicia, solidaridad, honestidad, rigor, entrega a la vida. Enterramos su carne magra", dijo a la vez que expresó que la escritura y los valores de Benedetti "no los puede enterrar nadie".

Achugar hizo referencia a varios de los poemas de Mario en su oratoria: "Pongo seis versos en mi botella al mar" (...) para hablar de sus poemas y al reflexionar sobre la figura del escritor y definirlo como un hombre capaz de "hacer un discurso político con el aire fresco de lo cotidiano".

"Mario Bendetti no tuvo hijos. Pero dejó descendencia. Escribió más de ochenta libros, denunció la injusticia, se jugó por sus convicciones y nos hizo hijos a todos".

El director de Cultura expresó que es a todos los uruguayos que hoy les queda como tarea seguir haciendo futuro ya que "somos los destinatarios de un legado polémico, enormemente rico como el que nos deja su obra y su conducta". "Mario Benedetti integra ya para siempre nuestra historia, nuestra identidad, continuarla, pelearla, es responsabilidad de todos y todas. No hay rescate. No tenemos a quien culpar, lo que haremos viejos y jóvenes será porque Mario Benedetti escribió, opinó, jugó. Si fracasamos no será su culpa pero los éxitos del mañana no podrán desconocerlo".

 

Viglietti: "Valiente ternura"

Al finalizar su discurso Hugo Achugar, se acercó al micrófono el cantautor uruguayo y amigo íntimo de Benedetti, Daniel Viglietti quien recordó la figura del poeta con profunda emoción. "Ante la pérdida de Mario Benedetti estamos todos consternados", fue lo primero en decir Viglietti al retomar las mismas palabras que utilizó Benedetti cuando falleció Ernesto "Che" Guevara.

"Nos quedamos sin Mario, pero su pluma nos deja el alma llena de versos sencillos como los del cubano José Martí que él tanto admiraba".

"La novela, el cuento, el ensayo, la canción, el periodismo, la obra teatral, una pluma mágica y multifacética sin premeditación alguna desde todos esos géneros, modelos de lo estético. Como se sabe ética cabe dentro de la palabra estética y eso nos demostró Mario desde su creación".

"Imposible separar al Benedetti persona, de la obra generada, de la página nacida. Mario es una unidad dialéctica difícil de encontrar en otros territorios de lo cultural", agregó el músico al describirlo como un ser "ejemplar en su modestia, su auténtica sencillez, su valiente ternura y su solidaridad".

"Mario no necesita que lo idealicemos, porque es un ideal en sí mismo. Toda su obra está tocada por un horizonte en que lo alto se inquieta y el abajo se mueve dócil".

"Nos ha enseñado como el amor y la lucha pueden ser cómplices, como la confianza en el hombre, en el otro, en la otra, tiene que anteponerse, él creía en el prójimo sin necesidad de mayores pruebas. Creía sin laberintos en los otros. A nadie le cabe duda de que él como sus poemas defendía la alegría a ultranza. Construía puentes de alegría para oponerse a la tristeza y a la muerte, era un extremista del optimismo y de la esperanza. Sin dejar de lado un agudo sentido crítico y profunda preocupación por la gente. Un hombre de una modestia ejemplar que su amigo Eduardo Galeano explica diciendo que Mario Benedetti no se daba cuenta de que era Mario Benedetti".

Se refirió al poeta en forma directa y expresó: "Esta multitud presente, el dolor colectivo son una prueba Mario de que tu ejemplo y tu obra serán defendidos por todos con alegría".

Visiblemente emocionado su amigo Daniel Viglietti, con quien compartió varios escenarios, manifestó que con la muerte de Mario, perdió "un amigo esencial" que mucho le enseñó sobre la vida, sobre el arte, sobre la pasión del cambio.

"Un ser generoso como pocos". "Mario como persona se hacía querer, con rostro tierno, su bigote, su jopo invencible y su mirada limpia".

Viglietti reflexionó sobre la vida del escritor y manifestó que sobrevivirá a la muerte por varios motivos, entre ellos "por la cantidad de amigos que fue abrazando aquí y en tierras lejanas". Hizo referencia a "los años de plomo", a su firme apoyo a la Revolución Cubana y su trabajo en Casa de las Américas, "su permanente lucha contra la injusticia y la impunidad se manifestó recientemente con los Familiares de Detenidos Desaparecidos y su apoyo a la campaña de Anulación de la Ley de Caducidad".

 

Simon: "El amor de su pueblo"

Los discursos fueron cerrados por la ministra de Cultura, María Simon, que leyó una carta enviada por el escritor argentino Juan Gelman. En la misiva Gelman reseñó parte de su vida y le decía adiós (ver recuadro).

Simon dijo que era un honor "muy grande" testimoniar sobre la vida del escritor y lo recordó como un ser "fiel, consecuente, coherente, en la época dura del exilio y en el desexilio, como la llamó. Fue sobretodo un hombre en que la ética, la estética, la política y la moral se daban en una sola pieza. El amor de su pueblo es el honor más grande que se le puede dar a una persona pública", expresó al realizar su discurso de despedida en las puertas del Panteón Nacional.

martes, mayo 19, 2009

"LOS HOMBRES COMO MARIO NUNCA MUEREN




















"LOS HOMBRES COMO MARIO NUNCA MUEREN", DIJO EL MANDATARIO

Desde el Presidente Vázquez hasta el ciudadano de a pie, en el último adiós a Mario


Reconocimiento. Más de un centenar de coronas para expresar cariño y respeto.
Reconocimiento. Más de un centenar de coronas para expresar cariño y respeto.
Emoción. El presidente de la República, Tabaré Vázquez ayer en el Salón de los Pasos Perdidos; permaneció en silencio y conmovido durante varios minutos ante el féretro.
Emoción. El presidente de la República, Tabaré Vázquez ayer en el Salón de los Pasos Perdidos; permaneció en silencio y conmovido durante varios minutos ante el féretro.

Durante toda la jornada de ayer, de 9 a 22 horas, se llevó a cabo el velatorio del poeta Mario Benedetti en el Salón de los Pasos Perdidos del Poder Legislativo, en lo que constituyó un verdadero desfile cívico en donde miles y miles tributaron un respetuoso y sentido homenaje.

"Los hombres como Mario nunca mueren", fueron los conceptos del presidente de la República, Tabaré Vázquez, al retirarse del velatorio, donde permaneció por unos 20 minutos. El Presidente de la República había arribado al Palacio Legislativo alrededor de las 10.15 horas, acompañado por el presidente de la Asamblea General y vicepresidente de la República, Rodolfo Nin Novoa. Desde el primer mandatario, pasando por gobernantes, legisladores oficialistas y también de la oposición, sus pares de la cultura, representantes de las organizaciones sociales, y hasta el ciudadano de a pie, sólo basta una imagen para resumirlo todo: las lapiceras, hojas en blanco y hasta copias de sus poemas que fueron depositadas a escasos metros en donde se encontraba su ataúd con su rostro descubierto. A más de uno de los presentes se le escapó alguna lágrima, y hasta se pudo ver a dos niños envueltos en una bandera nacional. En la jornada de hoy, a partir de la hora 10, los restos mortales de Benedetti recibirán sepultura en el Panteón Nacional del Cementerio Central. El Poder Ejecutivo dispuso un día de duelo nacional. Un capítulo aparte simbolizaron las diferentes ofrendas florales: desde el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez y el pueblo cubano, hasta los "Amigos del Bar San Rafael" (ver nota aparte).

Se hicieron presentes ministros de Estado, como Alvaro García (Economía y Finanzas), entre otros, el intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Enrique Rubio, el presidente de Antel, Edgardo Carvalho, legisladores oficialistas como José Mujica, Lucía Topolansky, Danilo Astori, Mónica Xavier, Rafael Michelini, Alberto Couriel, Carlos Baráibar, José Luis Blassina, Luis Rosadilla, y los opositores Ruperto Long, Javier García y la diputada Beatriz Argimón.

El precandidato presidencial del Frente Amplio José Mujica se mostró triste y destacó la humildad del escritor y poeta y habló sobre su obra. "Recuerdo trabajos como Poemas de la oficina, La tregua... ¿Una frase? Porque te tengo y no", sintetizó.

Agregó que "se perdió una gran parte de la cultura uruguaya y que a veces el país lo trató mal".

El también precandidato presidencial del FA Danilo Astori expresó su "dolor" y recordó que "todavía siendo ministro tuve el honor y la alegría de hacerle un homenaje a Mario, como ex funcionario del Ministerio, específicamente de la Contaduría General de la Nación. Es un recuerdo muy lindo".

Marcos Carámbula, intendente de Canelones y precandidato del FA, envió un mensaje: "Nos duele pensar que la serena sonrisa de Mario ya no aparecerá entre nosotros. Sólo nos queda honrar su memoria con la ética y el compromiso social que nos enseñó a lo largo de toda su vida. Nos queda su intensa obra y nos deja inolvidables lecciones, especialmente la generosidad y la autenticidad "en su buceo, su osadía y a la vez en su austeridad".

 

"UN HERMANO"

Al preguntársele a Mauricio Rosencof, actual director de Cultura de la Intendencia de Montevideo y amigo personal de Benedetti, como lo definiría en una sola palabra, emocionado, dijo: "Un hermano".

"Fijate que cuando estamos arañando las tierras de los cuarteles para encontrar los restos que nos pertenecen de los compañeros desaparecidos, hoy me llama Hernán Patiño Mayer, (embajador argentino en Uruguay), y me dice que llega a la Embajada un mensaje del 'Chango' (Miguel Angel) Estrella, un ministro de Argentina ante la Unesco que estuvo preso en el Penal de Libertad, y dice una frase de Juancito Gelman, cuya nuera seguimos rastreando: 'Te despido, pero no te despido. Siempre estarás en mí y en mi corazón, y en el de centenares de miles de personas que entraron a la poesía por la puerta grande de tu poesía. Hasta luego, entonces", compartió a los periodistas.

Rosencof destacó que Benedetti donó buena parte de sus bienes materiales a la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.

Asimismo, la representante de dicha organización, Luisa Cuesta recordó que, años atrás, Benedetti hizo partícipe a la Asociación de un premio obtenido, lo que les permitió poder solventar los gastos efectuados en las diferentes campañas.

 

"ESPERANZA"

Luis Puig, dirigente del PIT-CNT e integrante de la Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad organismo que también integró Mario Benedetti hasta el día de su muerte , afirmó que el autor dejó un "legado".

El representante de la central obrera sostuvo que "hay que homenajear a Mario por la entrega durante décadas, en esa particularidad de unir el arte con la esperanza colectiva de un pueblo. Creo que lo que Mario intentó y logró a lo largo de su vida fue, de alguna manera, expresar sentimientos colectivos de amor, de lucha, de lucha incansable por la Justicia. Sin duda que ese legado es un legado que nutre a las futuras generaciones de uruguayos".

Concurrieron además al velatorio, Daniel Viglietti, amigo personal de Benedetti, el escritor Mario Delgado Aparaín, Hugo Achugar, los sindicalistas Juan Castillo y José Mattos, el escritor Ignacio Martínez, el actor Petru Valenski, y el secretario del Senado, Hugo Rodríguez Filippini.

Hicieron lo propio Ernesto Kreimerman, ex presidente del Comité Central Israelita, y el ex legislador Gabriel Courtoisie. Pasadas las 14 horas, integrantes de la Academia de Letras del Uruguay, junto a su presidente Wilfredo Penco, realizaron una guardia de honor en silencio en torno al féretro.

 

"DIMENSIÓN POPULAR"

Por su parte, el ex presidente Julio María Sanguinetti, que no concurrió al velatorio, valoró la obra literaria de Benedetti que, a su entender, supo retratar al montevideano y uruguayo "urbano" y acercar a las generaciones más jóvenes a la poesía.

En ese sentido, Benedetti logró "una dimensión popular de la poesía, en aquella rama de menos resonancia en la sociedad; logró acercar a públicos especialmente juveniles a la poesía", afirmó hoy a radio Carve el senador colorado.

Sanguinetti destacó la "dimensión urbana" de la literatura del poeta fallecido, quien, más allá de una literatura "fundamentalmente orientada hacia lo histórico, lo criollo o nativista, irrumpió con el tema estrictamente urbano, los cuentos montevideanos, los poemas de la oficina, es decir la vida diaria del habitante de nuestra ciudad", donde "tuvo grandes hallazgos", indicó.

 

SIEMPRE GANABA

El hermano menor del fallecido escrito, Raúl Benedetti, lo recordó como un "excelente hermano mayor", como "su segundo padre", e hizo referencia a cuando jugaban al fútbol juntos. "Siempre ganaba", dijo, mencionando su humor, en su "defensa de la alegría".

fuente: La República

Testimonio de Daniel Viglietti

EL SE COMPROMETIO HASTA JUGARSE EL PELLEJO

Testimonio de Daniel Viglietti


Hacía tiempo que Mario venía teniendo problemas de salud serios, pero siempre lograba superarlos. Fue internado varias veces y lograba salir, la última fue muy dura y sin embargo salió. En los días posteriores había como un cierto repunte en sus gestos. El siempre mantuvo su sonrisa, esa que reaparecía dos por tres. Era completamente optimista, por algo escribió

"La defensa de la alegría", que es un monumento a la fuerza para oponerse a la tristeza, a la muerte.

He tenido por sobre todo el dolor de perder un amigo muy esencial y alrededor de eso, lo que compartimos todos, el gran poeta, el novelista, el cuentista, el ensayista, el autor de letras para canciones, alguna época de periodista. Y todo eso inseparable del ser humano, porque esa unidad entre lo ético que él encarnaba y lo estético que él producía fue muy entera. Y todo eso de una manera sobria, de un perfil tranquilo, modesto, de gente sencilla. Cuando tenía que ubicar a alguien desubicado o enemigo, tenía la energía y carácter para hacerlo, pero en su vida habitual, en sus actuaciones, en sus recitales de poesía, en las entrevistas que concedía era siempre muy humano, muy sencillamente humano.

Estamos viviendo el abrazo multitudinario y calladito de la gente uruguaya a Mario. Y de lejos es como si escucháramos otros silencios, otros abrazos, otros encuentros, otras esperas, otras vigilias, otro secarse los ojos para leerlo después. Eso puede estar ocurriendo en México, en Argentina, en España, en tantas partes, puede estar ocurriendo en Dinamarca donde una vez salió una traducción por radio de "Pedro y el capitán", en su faz de dramaturgo. Puede estar sonando en una canción de Favero, por aquí o por allá, de Joan Manuel que le dedicó un disco entero y con quien me comuniqué y sé que lo ha sentido mucho.

También existe la sensación de sentirse discípulo. Somos una cantidad de discípulos fuera y dentro del quehacer artístico. También fuera. Discípulo de una moral, de una coherencia, de una lealtad a los principios en lo que Mario siempre fue muy firme.

El recuerdo de amistades que él tuvo, muy impactantes y que dejó registradas, para que nadie pueda decir se habla por hablar, o versiones epidérmicas. El dedicó un poema a Raúl Sendic porque había sido su amigo, y dedicó un poema a Zelmar Michelini porque había sido su amigo. Y a otros, sin duda. Tuvo otros referentes muy importantes en su vida, en su momento Líber Seregni. Y hay que recordar la confianza que él depositó en el cambio político del Uruguay a partir de la asunción del gobierno del Frente Amplio.

Su sentido agudo de la observación para los pasos que se daban. Siempre fue muy constructivo. Siempre puso por delante la confianza en el ser humano, a pesar de que tuvo decepciones. También las tuvo en su período político, en aquel, por entonces legítimo 26 de Marzo. Después hubo todo lo que pasó, y él descubrió, de alguna manera, que su rol esencial no era el político, era el cultural, el creativo. Creo que fue un acierto suyo. Pero a mí me importa que también pasó por lo político, que se jugó el pellejo, porque estuvo comprometido seriamente con la lucha, con cambiar un Uruguay que algunos ahora, equivocadamente, nos mienten que tenía algo ideal. Entonces, él que sentía que no y que había que cambiarlo, había que cambiar aquella democracia tan imperfecta y tan llena de fallas progresivas, fallas que iban creciendo del pachecato para adelante, que es donde empieza una dictadura de hecho; él se comprometió.

Por eso tuvo que irse, por eso el exilio. Perú primero, de donde si no recuerdo mal lo expulsan, lo persiguen. Después Cuba, donde desarrolló un trabajo amoroso en Casa de las Américas. Yo lo encontré allá y era ya un referente, amigo de Haydée Santamaría, de Roberto Fernández Retamar, admirador profundo del Che, abrazado con Fidel cuando le dieron la Orden con que lo distinguieron en Cuba.

Y en tantas partes que estuvimos, siempre colas de gente para oír sus poemas, muchísimos jóvenes. Lo vi en los países que mencioné, lo vi en Argentina, lo vi en México, lo vi en España, todos esos lugares en que actuamos juntos y entonces yo fui testigo, testigo de lo que hacía solo. Con sus solitos poemas convocaba multitudes y se sentía que era alguien entrañable para la gente.

Y muchas veces las respuestas al hombre y al creador llegaban de afuera. Por la naturaleza nuestra todo es un poquito más lento, más tardío, más como de rumiar las cosas, igual después llegaba acá. Le llegó el reconocimiento. Llegó y él lo pudo vivir en plenitud. Pero fuera de fronteras fue increíble lo que pasó y lo que va a seguir pasando con su lectura, porque no es una simple metáfora recurrente que sigue vivo en su obra, es que sí, es que va a vivir en su obra porque ella tiene esa doble dimensión de lo estético y lo ético. Hay para elegir, es una obra voluminosa. Lo siento como un semillero, como semillas que se van a desparramar y que los trabajadores de la cultura tenemos el desafío que nos deja Mario de seguir, seguir sembrando sus ideas, sus sentimientos, sus éticas, sus aventuras con la palabra. Supo jugar mucho con la palabra, también fue un juguetón, tuvo humor, tuvo ironía, hasta fue dibujante en una época.

Tuvo amigos entrañables, ya he nombrado los amigos de la lucha pero también podría agregar amigos como Idea Vilariño a quien acabamos de perder, como Eduardo Galeano. Además, nunca se pudo respirar en él una cosa de competitividad o de narcisismo. No hay que idealizar a nadie en el momento del adiós pero yo creo que, en este caso, Mario era un ideal en sí mismo. No tenía miedo a los diminutivos, no cifraba el tamaño y la cantidad para expresar su amor, quizás porque había aprendido que en este país tan sufrido y tan esperanzado a la vez, las cosas son así, muy como era él, a veces sin ruido, sin gestos, a veces calladamente como se fue. Así se fue, así se fue.

Fuente:La República

lunes, mayo 18, 2009

Adiós al poeta del compromiso



Muere Mario Benedetti después de una larga vida de lucha contra la adversidad y en defensa de la alegría
JUAN CRUZ - Madrid - 17/05/2009

Murió Mario Benedetti. El poeta resistente, que vivió el exilio y la enfermedad (un asma pertinaz, obsesiva) le fueron rompiendo, pero él se mantuvo siempre "en defensa de la alegría". Finalmente, una agonía causada por un fallo intestinal, que hizo deprimentes sus últimos días, le rompieron del todo, y murió ayer a los 88 años, en su tierra, Montevideo. Nació en Paso de los Toros, pero esta urbe que parece un microcosmos literario fue el lugar al que volvió siempre, de todos los exilios. Era al final (y esta expresión la acuñó él) un desexiliado. Pero su alma sufrió las heridas de todos los exilios.
PARÉNTESIS, por Mario Benedetti, Montevideo 2008
CERRAR LOS OJOS, por Mario Benedetti, Montevideo 2008
PRESAGIOS, por Mario Benedetti, Montevideo 2008
A Mario Benedetti
Una vida que no tiene respuestas
La provisoria paz de la conciencia
Textos como espacios públicos
Velatorio en el Parlamento uruguayo
Un amigo, un hermano
Serrat: "Sus versos eran contagiosos"
Fallece el poeta Mario Benedetti a los 88 años
¿Qué faceta literaria de Mario Benedetti te gusta más?



Mario Benedetti- GORKA LEJARCEGI

Benedetti: "El amor es una cumbre"
AUDIO - Cadena Ser - 18-05-2009
Mario Benedetti hablaba para la CADENA SER sobre su concepto del amor y el papel que desempeña en la vida. Fue el pasado 17/07/1999. - CADENA SER

Mario Benedetti
A FONDO
Nacimiento:
14-09-1920
Lugar:
Montevideo



Su muerte se produjo semanas después de su última hospitalización por fallos multiorgánicos que al final le cegaron el humor y la vida; pero había empezado a morir mucho antes; hace tres años falleció su mujer, Luz, con la que vivió toda la vida, en la libertad y en el destierro; él creyó siempre que la enfermedad de Luz, que se olvidaba de apagar las luces de la casa, en Madrid, era una simple distracción, e incluso le compró artilugios con los que dominar las consecuencias de su sordera. El poeta del compromiso, del amor y de la alegría, sintió luego que, en efecto, esas ausencias eran debidas a un alzheimer que inundó la casa de desolación y de huida.
Se fue con ella, de nuevo, a Montevideo, y allí la cuidó hasta que finalmente le dejó del todo. Y le dejó malherido. Benedetti tuvo algunos momentos de alegría después, como cuando Hortensia Campanella, su biógrafa última, le entregó el manuscrito en el que se condensa la vida entera del escritor que nos ha dejado. Él ironizó ante tanto papel, y delante de Ariel, su fiel ayudante, dijo: "¿Tanto he hecho?"
Pero su alma estaba herida; seguía escribiendo, poemas, haikus, animado por su editor de poemas, Chus Visor; tenía la casa llena de literatura; en un tiempo él fue política, enteramente, sus poemas estaban al servicio de la rabia que le produjeron las dictaduras del sur, la suya, la uruguaya, que le persiguió a muerte, y la argentina, que fue cómplice de aquella y también quiso matarle. Mató a un amigo suyo, el líder político Zelmar Michelini, y esta muerte fue un símbolo de las muertes que hubo antes y después en la vida acosada de hombres como él. Luz fue su bastón. Y Palma y Cuba y Lima sus lugares de exilio; a los tres les guardó siempre gratitud; fue un gran defensor de la Cuba de Fidel, por eso mismo, pero jamás utilizó esa afinidad para discutir, en los últimos tiempos sobre todo, lo que en esa revolución que él quiso se fue torciendo.
Era un hombre cordial, enteramente, pero era un tímido absoluto. Los que le conocieron en España le recuerda, por ejemplo, en la Feria del Libro de Madrid, puntilloso, anotando con palotes los libros que firmaba; y le recuerdan rechazando el pescado con espinas y en general las tonterías; era un conversador tranquilo; llegaba a los sitios con su maletita marrón gastada, y dentro llevaba siempre poemas o cartas, en esos momentos en que cumplía compromisos parecía a la vez el escolar que fue y también el oficinista.
Su apariencia era la de un juez de paz, pero nunca hubo paz dentro de su alma, ni siquiera cuando se le vio feliz, con sus manos a la espalda, con su mirada desvaída por las lentillas, con su bigote largo e invariable a lo largo de una vida en la tantos se enamoraron al tiempo que recitaban sus poemas o escuchaban las canciones que hicieron con sus versos su paisano Daniel Viglietti y el catalán Joan Manuel Serrat. Con Viglietti tiene una anécdota que se parece a algunas de las que le convertían también en un escolar huidizo al que le asustaba la fama, al tiempo que le agradaba que algunos, ante sus recitales multitudinarios, le dijeran que parecía una estrella de rock.
Hubiera sido incapaz de cantar, pero un día se encontró con Viglietti en París, en un aeropuerto, y Daniel le dijo a Mario: "Estoy haciendo música para sus poemas". "Y yo estoy haciendo poemas". Entonces el poeta se quedó pensando, y añadió, riendo como reía, como para no molestar: "Tenemos que hacer algo con esta casualidad". De esa casualidad nacieron conciertos, libros; eran como dos en la carretera; cuando vimos a Viglietti en Montevideo, en el entierro de Idea Vilariño, a mediados de abril, la gran amiga generacional de Mario, el cantante nos dijo: "Y lo de Mario. Estamos tan mal, y vamos aún a lo peor".
Se apaga la voz de su compañero, pero quedan la voz de las canciones.
Montevideo fue su último sitio, y fue casi el primero. Su largo recorrido por la vida conoció una interrupción terrible, cuando los médicos le detectaron tumores que aconsejaron operación, en el Hospital XII de Octubre de Madrid. Allí le atendió, entre otros, el doctor José Toledo, que le conocía, y todo el mundo se desvivió por él como si no fuera tan solo un enfermo sino un padre, o un hermano, el hombre que había iluminado con sus versos (de amor, de política, de tierra, de aire) la vida de cualquiera. Un día, poseído por el dramatismo al que a veces lo llevó su pesimismo, el que también está en sus poemas, y en sus narraciones, Mario decidió abandonarse.
Como hubiera dicho Idea, que le precedió en la muerte, empezó a decir para qué. Detrás de esa decisión de no seguir hay algunos versos, como estos: "Me he ido quedando sin mis escogidos/ los me dieron vida/aliento/paso/ de soledad con su llamita tenue/ y el olfato para reconocer/ cuánta poesía era de madera/ y crecía en nosotros sin saberlo/ Me he quedado sin proust y sin vallejo/ sin quiroga ni onetti ni pessoa/ ni pavese ni walsh ni paco urondo/ sin eliseo diego sin alberti/ sin felisberto hernández sin neruda/ se fueron despacito en fila india".
En ese clima de desolación en el que lo pusieron la enfermedad y su porvenir Mario descuidó su aspecto, dejó de afeitarse, y alguien le dijo, una madrugada: "Así no puedes estar. Tú eres guapo, un hombre así parece enfermo. Ya no lo estás". Le bastó. Al día siguiente se rasuró del todo, se puso de limpio, y cuando este amigo le visitó otra vez y se hizo el distraído sobre su nuevo aspecto, el viejo poeta revivido le llamó la atención y le dijo:
-¿No te has fijado que hoy sí me afeité?
Era un hombre insobornable, el más comprometido de su tiempo. Su muerte deja en silencio mustio su época, su ejemplo y la raíz de sus versos. Pero los muchos que le cantan no lo dejarán, como él decía del verdadero amor, en lo oscuro.

PARÉNTESIS, por Mario Benedetti, Montevideo 2008
Acompáñenme a entrar en el paréntesis
que alguien abrió cuando parió mi madre
y permanece aún en los otroras
y en los ahoras y en los puede ser
lo llaman vida si no tiene herrumbre
yo manejo el deseo con mis riendas
mientras trato de construir un río
en sus nubes los pájaros se esconden
no es posible viajar bajo sus alas
lo mejor es abrir el corazón
y llenar el paréntesis con sueños
los pájaros escapan como amores
y como amores vuelven a encontrarnos
son sencillos como las soledades
y repetidos como los insomnios
busco mis cómplices en la frontera
que media entre tu piel y mi pellejo
me oriento hacia el amor sin heroísmo
sin esperanzas pero con memoria
por ahora el paréntesis prosigue
abierto y taciturno como un túnel

CERRAR LOS OJOS, por Mario Benedetti, Montevideo 2008
Cerremos estos ojos para entrar al misterio
el que acude con gozos y desdichas
así / en esta noche provocada
crearemos por fin nuestras propias estrellas
y nuestra hermosa colección de sueños
el pobre mundo seguirá rodando
lejos de nuestros párpados caídos
habrá hurtos abusos fechorías
o sea el espantoso ritmo de las cosas
allá en la calle seguirán los mismos
escaparates de las tentaciones
ah pero nuestros ojos tapados piensan sienten
lo que no pensaron ni sintieron antes
si pasado mañana los abrimos
el corazón acaso de encabrite
así hasta que los párpados
se nos caigan de nuevo
y volvamos al pacto de lo oscuro

PRESAGIOS, por Mario Benedetti, Montevideo 2008
Los presagios nos cercan / nos oprimen
pueden llegar con vivas o con lágrimas
son quizá las propuestas del futuro
que acuden con su estilo mesurado
en la vejez / que nos agarra exhaustos
se le meten a uno entre las canas
y al recibirlos con melancolía
les hacemos un sitio en la memoria
los presagios inspiran desconfianza
mueven sus pétalos agonizantes
y van de a poco fabricando olvidos
heridas del amor con cicatrices
presagios son augurios / vaticinios
se entienden con el alma y con la lluvia
y suelen trabajar sobre seguro
no hay presagio más fiable que la muerte

Adiós a un autor popular y comprometido



Max Seitz
BBC Mundo
El fallecido escritor uruguayo Mario Benedetti, cuya obra apuntaba a conmover a los lectores en lo más profundo, es considerado uno de los mejores exponentes de la literatura iberoamericana.


Benedetti es considerado uno de los mejores exponentes de la literatura iberoamericana.
Autor prolífico y variado, su producción consistió en más de 80 libros, incluyendo poemas, novelas, cuentos, ensayos, obras de teatro, crónicas de humor y guiones de cine.
Entre sus numerosos títulos pueden mencionarse "Inventario", "La tregua", "Gracias por el fuego", "Montevideanos", "La muerte y otras sorpresas" y "Pedro y el capitán".
Algunos de sus textos fueron incluso musicalizados por cantautores como el español Joan Manuel Serrat, como "Currículum", "El sur también existe" y "Una mujer desnuda y en lo oscuro".
La diversidad de la obra de Benedetti parece desafiar todo intento de clasificar al autor, aunque en ella se reconoce un inconfundible estilo que intenta conquistar al lector "movilizándolo" humanamente, seduciéndolo.
Ciertamente, el escritor habla de aquello que nos concierne a todos: el amor, el odio, la alegría, el dolor, el miedo, la amistad, la envidia, la plenitud, la soledad y el tedio.
"No escribo para el lector que vendrá, sino para el que está aquí, poco menos que leyendo el texto sobre mi hombro", decía Benedetti.
Quizás por eso su obra se universalizó y lo convirtió en el literato uruguayo más traducido y leído en el exterior.

Cinco nombres
Benedetti nació el 14 de septiembre de 1920 en Paso de los Toros, Uruguay. Hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farugia, fue bautizado con cinco nombres, siguiendo la costumbre italiana: Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno.
No escribo para el lector que vendrá, sino para el que está aquí, poco menos que leyendo el texto sobre mi hombro
Mario Benedetti
Estudió en el Colegio Alemán de Montevideo y en el Liceo Miranda, y trabajó como vendedor, taquígrafo, contable, funcionario público y periodista.
Benedetti se integró a la redacción del célebre semanario "Marcha" entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y 1974, cuando fue clausurada la publicación.
Nació a la literatura con el libro de poemas "La víspera indeleble" en 1945, año en el que se casó con Luz López Alegre, su gran amor y compañera de vida.
Pero fue el volumen de cuentos "Montevideanos" (1959) -donde toman forma las principales características de la narrativa de Benedetti- el que le valió su consagración como escritor.
Y con la novela "La tregua" (1960) obtuvo reconocimiento internacional: esta obra tuvo más de un centenar de ediciones, fue traducida a 19 idiomas y llevada al cine, al teatro, a la radio y a la televisión.En 1974, la versión cinematográfica de "La tregua", dirigida por el argentino Sergio Renán, fue nominada al Premio Oscar a la mejor película extranjera.
Exilio
Benedetti abandonó Uruguay tras producirse el golpe militar en 1973, iniciando así un largo exilio de más de una década que lo llevó a residir en Argentina, Perú, Cuba y España.
Regresó a su país en 1983, iniciando el proceso que bautizó como "desexilio": una experiencia con huellas tan profundas en lo vital como en lo literario, que motivó muchas de sus obras.
Benedetti fue, también, un escritor de fuerte contenido político, fundamentalmente en sus ensayos y artículos periodísticos, pero también en sus poemas de amor.
"La política es también una forma del amor (aunque no viceversa). Hay que aventar cierta mentirosa imagen que suele presentar al luchador político como un ser tan riguroso en su disciplina que es incapaz de amar como cualquier hijo de vecina", comentaba el escritor.
En la última etapa de su vida, Benedetti vivió alternativamente en Uruguay y España para atender a sus múltiples compromisos y evitar el frío por sus problemas de asma. Pero tras la muerte de su esposa en 2006, se estableció definitivamente en Montevideo.
A lo largo de su carrera recibió numerosas distinciones, entre ellas los premios Llama de Oro de Amnistía Internacional en 1987, Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1999 y Méndez Pelayo en 2005.
En diciembre de 2007 fue condecorado con la orden Francisco de Miranda en grado de "generalísimo" por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en una ceremonia llevada a cabo en Uruguay.

Vida y obra de Mario Benedetti



Vea este video producico por BBC de Londres:



El escritor uruguayo Mario Benedetti, considerado uno de los mejores exponentes de la literatura iberoamericana, murió a los 88 años.
Su libros y artículos periodísticos apuntaban a conmover a los lectores en lo más profundo, pero también reflejaban su compromiso con la realidad.
Recorra la vida y obra del popular autor latinoamericano en este video de BBC Mundo.


Cronología. Mario Benedetti, los puntos clave en su vidaEl uruguayo deja una vasta obra marcada por el compromiso social

El autor uruguayo deja tras de sí unos 80 libros (Foto: Archivo/ELUNIVERSAL )


EFE El Universal Montevideo Domingo 17 de mayo de 2009 17:11 El escritor uruguayo Mario Benedetti, fallecido hoy en Montevideo, es un hito de la literatura hispanoamericana del siglo XX que abordó todos los géneros y dejó una vasta obra marcada por su compromiso social.
Estos son los hechos más destacados de su vida y trayectoria literaria:
- 14 de septiembre de 1920: Mario Benedetti nace en Paso de los Toros (Uruguay).
- 1945: Ingresa como redactor en el semanario Marcha. Publica su primer libro, La víspera indeleble (poesía).
- 1949: Se convierte en miembro del consejo de redacción de Número, revista que marcó toda una generación literaria, la del 45.
- 1950: Publica Sólo mientras tanto.
- 1951: Marcel Proust y otros ensayos, y El último viaje y otros cuentos.
- 1952: Se une a las protestas contra el Tratado Militar de Uruguay con Estados Unidos.
- 1953: Publica Quién de nosotros, su primera novela.
- 1956: Poemas de oficina.
- 1957: Siendo corresponsal de Marcha y El diario, visita Europa por primera vez.
- 1958: Publica Ida y vuelta, y Cuentos Montevideanos. Viaja a Estados Unidos, donde permanece cinco meses.
- 1960: Sale al mercado la novela La tregua, llevada al cine por el argentino Sergio Renán en 1974, y El país de la cola de paja.
- 1961: Sus crónicas humorísticas, que firmaba como Damocles, son publicadas en el libro Mejor es meneallo.
- 1963: Inventario, Poesía 1950-1958 y Poemas del hoyporhoy.
- 1965: Publica la novela Gracias por el fuego.
- 1966-1967: Trabaja en París como traductor y locutor para la Radio y Televisión Francesa.
- 1967: Letras del continente mestizo.
- 1968: Funda en La Habana el Centro Investigaciones Literarias de Casa Américas, que dirige hasta 1971.
- 1970: Inventario 70.
- 1971: Comienza una intensa actividad política como dirigente del Movimiento 26 de Marzo y dirige hasta 1973 el Departamento de Literatura Latinoamericana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Montevideo.
- 1972: Publica Crónica del 71 y Los poetas comunicantes.
- 1973: Letras de emergencia.
- 1973: Con el comienzo de la dictadura en Uruguay, se exilia en Buenos Aires, ciudad que abandona en 1975 amenazado por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina).
- 1974: Publica El escritor latinoamericano y la revolución posible y Poemas de otros.
- 1976: Se exilia en Cuba, donde comienza a trabajar para el Consejo de Dirección de Casa de las Américas.
- 1977: Libro de cuentos Con y sin nostalgia y poemario La casa y el ladrillo.
- 1979: El recurso del supremo patriarca, Cotidianas y la obra teatral Pedro y el capitán.
- 1980: Se muda a Palma de Mallorca (España).
- 1981: Publica Viento del exilio.
- 1982: Cuentos y Primavera con una esquina rota.
- 1983: Se traslada a Madrid.
- 1984: Geografías y El exilio y otras conjuras. Adaptación al cine de Pedro y el capitán. Su obra Primavera con una esquina rota es llevada al teatro en Chile.
- 1985: Vuelve a Uruguay con la restauración de la democracia. Desde entonces, reside parte del año en Montevideo y parte en Madrid. Ingresa al Consejo Editor de la revista de izquierdas Brecha.
- 1984: Publica Cuentos completos y Preguntas al azar, y es galardonado con el Premio Jristo Botev de literatura de Bulgaria.
- 1989: Le conceden la Medalla Haydee Santamaría 30 aniversario de la Casa de Américas de La Habana y es condecorado por el Consejo de Estado de Cuba. Publica La cultura, ese blanco móvil y Despistes y franquezas.
- 1991: Las soledades de Babel y La realidad y la palabra.
- 1993: La borra del café.
- 1994: Se publica en Madrid Inventario dos, una recopilación de sus poemas.
- 1995: El ejercicio del criterio y El olvido está lleno de memoria.
- 1996: Obtiene la Medalla Gabriela Mistral del Gobierno chileno y publica Andamios.
- 1997: Premio León Felipe de España a los valores cívicos. Publica Más acá del horizonte y La vida, ese paréntesis.
- 1999: VIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Publica Rincón de haikus, Buzón de tiempo y la antología poética Los espejos, las sombras.
- 2000: Premio Son Latinos.
- 2001: Le conceden los premios Iberoamericano José Martí y el italiano Internacional de Literatura La Cultura del Mar, además de que publica El mundo respira.
- 2002: Es nombrado Ciudadano Ilustre de Montevideo y Insomnios y duermevelas e Inventario tres (Poemas 1995-2001).
- 2003: Publica El porvenir de mi pasado.
- 2004: Memoria y esperanza, mensaje para los jóvenes` y Existir todavía.
- 2005: Recibe el XIX Premio Internacional Menéndez Pelayo.
- 2006: Publica Adioses y bienvenidas: 84 poemas y 80 haikus.
- 13 de abril de 2006: Fallece su esposa, Luz López, víctima de alzheimer, y decide establecerse definitivamente en Montevideo.
- 30 de septiembre de 2007: Presenta en la Feria del Libro de Montevideo Vivir adrede, su último libro, en el que reflexiona sobre la guerra, el imperialismo, el fanatismo, las religiones, la injusticia social, con sentido crítico, pero sin perder el humor.
- 18 de diciembre de 2007: Es condecorado con la Orden Francisco de Miranda en grado de "generalísimo" por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en Montevideo, el último acto público al que asiste.
- 3 de enero de 2008: Es hospitalizado por una dolencia intestinal.
- 26 de agosto de 2008: Presentación de su poemario "Testigo de uno mismo".
- 15 de diciembre de 2008: La directora del Centro Cultural de España en Montevideo, Hortensia Campanella, presenta su biografía del escritor: Mario Benedetti, un mito discretísimo.
- 27 de diciembre de 2008: Es internado en el hospital Impasa de Montevideo aquejado por una grave dolencia intestinal.
- 24 de abril de 2009: Hospitalizan a Benedetti en el sanatorio Impasa.
- 6 de mayo de 2009: El poeta uruguayo recibe el alta médica y regresa a su casa, tras doce días ingresado en un hospital.
- 17 de mayo de 2009: Muere Mario Benedetti en su residencia en Montevideo.
cvtp

jueves, mayo 07, 2009

URUGUAY-MÚSICA

"Los Olimareños" son declarados ciudadanos ilustres de Montevideo

07.05.09 | 19:33 h.  AGENCIA EFE
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Los integrantes del dúo uruguayo "Los Olimareños" fueron nombrados hoy ciudadanos ilustres de Montevideo por haber acompañado con su música a la sociedad uruguaya "durante toda la vida", según dijo el intendente (alcalde) Ricardo Ehrlich.

 
 

El cantante e integrante del histórico dúo uruguayo Los Olimareños, Braulio López, aseguró que el dúo mantuvo "una fidelidad notoria" con la parte de la historia que les "tocó vivir". EFE/Archivo

La ceremonia de condecoración, celebrada en la Intendencia de Montevideo, sirvió de antesala a los conciertos que "Los Olimareños", José Luis "Pepe" Guerra y Braulio López, ofrecerán mañana y el sábado en Montevideo, después de 19 años de separación.

"En ellos reconocemos la vida misma que nos ha tocado como sociedad, en nuestra diversidad", aseveró Ehrlich en un acto en el que también estuvo presente el cantautor Daniel Viglietti.

Según el intendente, las voces de Guerra y López acompañaron la "fuerza" y la "alegría" de "los gestos de rebeldía", pero también "los momentos duros, en los que había que redoblar esfuerzos para mantener la esperanza y el optimismo".

Tras agradecer la condecoración, Guerra la dedicó a "los autores" de sus canciones, muchas de ellas musicalizaciones de poetas uruguayos, y aseguró que fueron esas composiciones las que hicieron "posibles" a "Los Olimareños".

Por su parte, López aseguró que el dúo mantuvo "una fidelidad notoria" con la parte de la historia que les "tocó vivir".

"Nunca perdimos la esperanza y la alegría de retornar a un Estado de derecho y hoy, por suerte, vivimos en él", aseveró el músico, quien consideró que "el pueblo" y "la memoria colectiva" les otorga "un premio muy grande" al nombrarlos ciudadanos ilustres.

Tras publicar su primer disco en 1962, el dúo pasó a formar parte del movimiento de la música popular uruguaya, con temas en los que traslucen los problemas sociales, culturales y políticos que atravesaban las clases populares de Uruguay y del resto de América Latina.

En 1974, un año después de que se instaurase la dictadura en Uruguay (1973-1985), el dúo inició un exilio de diez años por Argentina, México y varios países de Europa, donde también cosecharon importantes éxitos.

A su regreso, en 1984, Guerra y López ofrecieron un recital en el mismo escenario donde tendrán lugar los conciertos de mañana y el sábado, el Estadio Centenario de Montevideo, que entonces se vio abarrotado de público a pesar de la lluvia.

Su esperado reencuentro mañana, para el que enseguida se agotaron las entradas, lo que obligó a convocar el recital del sábado, coincide con el 25 aniversario de aquel concierto.